*Un estatua de bronce de El Bárbaro del Ritmo en el Callejón de La Lagunilla del puerto de Veracruz evoca épocas, historias y un pasado de montuno, mambo, guaracha y bolero
Diana Rojas
Veracruz, Ver.- Un tiempo en el que se cantaba “Pero mira qué bonito y sabroso bailan el mambo los mexicanos”, cuando se iba a los bailes y la música y nuevos éxitos llegaban a través de la radio.
Una sonrisa plasmada te contagia y algunos desconozcan de quién se trata el personaje, se percibe alegría y espontaneidad en aquellas facciones petrificadas en bronce.
En uno de los más pintorescos callejones del puerto de Veracruz, por los que se cruzan las calles cuando se recorre a pie el Centro Histórico, aparece “El Sonero Mayor”, como conocido Benny More, una de las voces más conocidas durante los años cincuentas.
Quienes deambulan por el Callejón de la Lagunilla, observan la estatua de un hombre con un sombrero ancho y vestimenta de lo que evidentemente es de un tiempo pasado.
Benny More acercó a personas de todas las naciones, con ese ritmo cubano y simpatía que le hizo merecedor del título “El Bárbaro del Ritmo” y sus melodías se escuchaban en el viejo puerto.
Solo hay que escuchar la frase “No hay que olvidar que México y la Habana son dos ciudades que son como hermanas”, revestida de ese ritmo sonero que hace golpetear el piso con el pie o mover los hombros, como dice también la canción para entender que Benny More era de esas personas que alegraban el lugar al que llegaba.
Los géneros que cultivó el artista fueron el son montuno, mambo, guaracha, bolero, además de un innato sentido musical, el cantante fue toda una figura y por eso se erige aquí un recuerdo de su existencia.
El calor y los transeúntes distraídos son el constante de Benny More, lo adornan algunas palomas y árboles que salen de las estructuras abandonadas que bordean el callejón.
Sin saberlo, la música de Benny More revistió sucesos de toda una vida y más, generaciones bailaron y tuvieron de fondo letras que el famoso sonero interpretó.
Una de ellas es, por ejemplo; La Culebra, canción que fue escrita por otro cubano Obdulio Morales, y popularizado en los años 50 por el guardián del callejón, Benny More.
Gracias a Benny More esa canción salió del baúl haciéndose popular en Latinoamérica, todos los mexicanos de generaciones más recientes conocen la canción gracias a una interpretación de la Banda Machos, versión que fue mitificada por el magnicidio del candidato Luis Donaldo Colosio.
Una figura misteriosa para jóvenes que pasan desprevenidos, pero no para aquellos que asistían a los bailes o que a la fecha aún danzan en el zócalo del puerto.
Su música evoca épocas, historias, una tonada que transporta a Cuba, colorea y frasea con gran expresividad.